lunes, octubre 18, 2010

Wall Street, El dinero nunca duerme

El título de esta película parece de James Bond. Sus fuegos de artificio también. La primera, de 1987, fue maja aunque con los habituales excesos de Oliver Stone. Ahora el director vuelve a sus personajes en una peli sin alma y sin imaginación, en la línea de otros naufragios suyos como Asesinos natos, Un domingo cualquiera, Alejandro Magno o World Trade Center. Y aunque la película no aburre, me ha llamado la atención lo poco que se lo ha currado Stone, pudiendo haber hecho algo grandioso con una actualidad que te beneficia y con Michael Douglas otra vez como Gordon Gekko.

Pues ni con esas. La secuela tardía de Wall Street llama la atención por su realización torpe, plana, efectista y estereotípica. Las pompas de jabón como metáforas de la burbuja financiara o el uso maniqueo del cuadro ‘Saturno devorando a sus hijos’ son sólo dos ejemplos de lo ramplón del guión, cuya trama financiera es confusa, su trama sentimental grimosa y su happy end de lo más hortera que he visto en años.

Para poco más da esta película. Curiosa la aparición de Charlie Sheen en un cameo, desaprovechadísima Susan Sarandon, discreto Elli Wallach, bien Josh Brolin, muy bien Carey Mulligan a pesar de su personaje y olvidable su protagonista, ese actor que sale en Tranformers y cuyo apellido parece un estornudo.

De sus diálogos, me quedo con una frase de, cómo no, Gordon Gekko: “La próxima crisis será peor. Será la definitiva”. La destaco porque no me parece sólo una frase peliculera. Algunos han profetizado que en realidad el sistema financiero ya ha petado pero no nos lo confiesan. Los prestamos de los gobierno sólo son una tirita para una hemorragia que antes de ocho años traerá, como dice en esta peli el anciano Elli Wallach, “el fin del mundo”.
Escrito el domingo 17 de octubre de 2010.

2 comentarios:

Awake at last dijo...

¿En serio le han puesto un "happy end"?

Dios nos asista...

Mks.

IVAN REGUERA dijo...

Awake: Habrá quien lo vea como un final irónico (por un detalle visual en concreto) pero, con lo bien que arranca la peli, el desenlace es repulsivo.