jueves, octubre 21, 2010

¿Wyler, Wilder, qué importa?

Noche de los Oscar. 1960. Billy Wilder compite con Con faldas y a lo loco, pero sabe que la ganadora segura va a ser Ben-Hur, de su amigo William Wyler. Decide no ir a la ceremonia y ver la gala desde casa. Se pone malo. Se siente humillado. Empieza a beber. Bebe 13 o 14 martinis. Finalmente, acaba en el baño borracho perdido y balbuceando. Lo tienen que sacar Tony Curtis y Kirk Douglas a la fuerza. Al año siguiente arrasó en los Oscar con El apartamento.

Joseph Leo Malkiewicz dijo que Los mejores años de nuestra vida, de Wyler, fue uno de los dos únicos films adultos que produjera Hollywood en la década de los cuarenta. El otro era Días sin huella, de Billy Wilder. Wilder le confesó a Cameron Crowe que Wyler le dijo: “Creo que Audrey Hepburn no tendría que hablar con Gary Cooper cuando él sube al tren, al final de Ariane. Conviértela en una escena muda”. A lo que añadió: “William era un poco cursi, pero muy bueno. Hepburn y Peck en vacaciones en Roma… ésa fue una buena película". En los good old days mucha gente se confundía con los apellidos de Wyler y Wilder. Al saberlo, Billy le dijo a Willy: “Monet, Manet, ¿qué importa?”.

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