miércoles, marzo 30, 2011

Alex lo ha vuelto a hacer. Mal.

Balada triste de trompeta, producción de alto presupuesto para la “industria” española, tuvo críticas entusiastas, se llevó los premios de mejor guión y mejor dirección en el Festival de Venecia y fue la obra más nominada en la pasada edición de los premios Goya. Esta grotesca realidad lo dice todo de la “industria”, de la crítica, del festival italiano y de los premios patrios. Acabo de verla. Bueno, no la he visto entera. La he sacado del DVD antes del final. No podía más. Mi gato con un rotulador Carioca en la boca escribe un guión mejor que el de esta putamierda. Esto no es una película. Pueden ustedes llamarla como les dé la gana, pero esto cine no es. Porque resulta que ahora cine va a ser cualquier cosa y no, miren. Respeto mucho a la gente que hace cine y Alex de la Iglesia no lo hace, no da una, no sabe. Hace pastiches indigestos, recreaciones de época falsísimas, dirige como el culo a actores resultones y escribe… ¡Dios santo, cómo escribe y lo que escribe! Esta vez sin su aliado Jorge Guerricaechevarría, De La Iglesia se ha sacado de la manga una historia ridícula de payasos asesinos y cacerías de fascistas tuertos que cuesta creer que pase por el filtro de un productor que sepa leer o por unos críticos que sepan ver cine. Veo que no. Que ya ni eso. Puede uno pensar, al ver esta bazofia llena de de violencia gratuita, que De la Iglesia está mal de la cabeza, pero no es así. Está bien del bolo, lo que sucede es que sigue siendo un provocador barato, un alborotador de pacotilla, un petulante disfrazado de freak amable. Un farsante, vamos. Un listo que se la ha colado a festivales, críticos y algunos espectadores con el film más ridículo y más lamentable que yo recuerdo en muchísimo tiempo. Porque hay pelis malas que saben que son malas y que van a lo que van, pero esta es mala con mensaje. Y esas son imperdonables. De la Iglesia va para los cincuenta y se ha pasado la vida haciendo la misma mandanga: ametrallar a clientes de un bar (Mirindas asesinas), ametrallar a pijos y modelos (Acción Mutante), ametrallar a los reyes magos (El día de la bestia), policías que ametrallan a vaqueros (800 balas), cómicos y payasos que ametrallan a inocentes o se ametrallan entre ellos (Muertos de risa y Balada triste de trompeta)… siempre la misma peli, siempre la misma chorrada. En VEINTE años. Bueno, al menos la peli la he visto gratis. Escrito la noche del martes 29 de marzo de 2011.

3 comentarios:

francisco arroyo dijo...

Es paradójico, desde luego. Después de leer una reseña así siento unas ganas irrefrenables de ver la película.

Anónimo dijo...

Joder, entonces la he publicitado sin querer.

-IVAN-

Sergio Bleda dijo...

¿Los productores saben leer?